Madre y Señora, Tú eres luz que disipas la sombra del engaño. Tú eres la dulzura que deleita al corazón eres la poderosa Madreen quien espero y confío. Aleja de mi todo peligro; guárdame, Señora, y en este día recíbeme por tuyo. Yo volveré, Señora, a tus santísimos pies; yo daré a mi corazón la dicha de saludarte, y yo renovaré el amor que desde hoy te ofrezco. Ángeles de la Patria Celestial, alabad por mía la Madre Santísima de la Luz; Dios y Señor de la majestad y grandeza, pues sólo Usted sabéis lo que es María, alabar y engrandecerla Tú, Madre y Señora, admite mi corazón; las necesidades que tiene Tú lo sabes; remédialas, ayúdame a salir adelante, dame fuerzas y soluciones derrama el bálsamo de tu amor.
Haz que en todas mis acciones te llame Madre de la Luz; alúmbrame, compadécete de mí, y no permitas que sea presa del demonio. Y haz que, pues te portas como mi Madre, yo me porte como tu Hijo.
Amén.
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